El sector de limpieza de comunidades se encuadra en otro superior que engloba las empresas de limpieza. Como negocio, es uno de los más amplios al ser un servicio de primera necesidad, pero en el último lustro ha ido experimentando un descenso debido al abaratamiento de los precios, lo cual ha devenido en un cierto desplome en el crecimiento de beneficios.
Sin embargo, en una dinámica en la que prima la rivalidad en precio y la demanda sufre una debilitación, para elevar su volumen de negocio por un lado, hace falta restructuración como en el resto de los sectores a quienes la economía en general ha golpeado. Y en este panorama se encuentra también el segmento de la limpieza de las comunidades.
Hay una enorme competitividad en este sector y las administraciones de fincas y comunidades de vecinos continúan necesitando este servicio de limpieza. Lo cual hace que haya una gran batalla comercial en los presupuestos que se ofrecen a los clientes, para conseguir contratos que les garanticen al menos, un año de colaboración en el mantenimiento y limpieza de sus edificios e instalaciones.
El funcionamiento habitual de las empresas de limpieza en Valladolid (http://limpiezasjyr.com/) es ofrecer un presupuesto a través del contacto con el administrador de la finca o el Presidente de la comunidad. Una vez hecho el contacto con la persona que se ocupa de este tema del mantenimiento, se le ofrece una visita técnica para revisar las instalaciones y determinar los servicios que el cliente estima necesarios para tener resuelto el capítulo de limpiezas. Y a partir de esta visita, se elabora el presupuesto con las condiciones de periodicidad de los trabajos, recursos a aplicar, la forma de pago y la duración de la relación contractual.
Teniendo en cuenta que este servicio a las comunidades siempre tienen un contrato en vigor con esa finca, es probable que desde que se presenta el presupuesto, se acepta y se pueda empezar a trabajar en ese inmueble, transcurran meses debido a la permanencia con el proveedor en vigor. Y el factor precio ahora más que nunca es determinante, sobre todo en igualdad de servicios y stándares de calidad.
El cliente siempre tiene razón es una máxima aplicable a toda actividad comercial, y en limpieza de comunidades, también rige con igual evidencia, así que no es muy sencillo conseguir contratos en los que ambas partes consigan plena satisfacción. Pero que no sea sencillo no significa que no se produzcan, ya que cada año suelen renovarse las contratas y volver a abrir el periodo de presupuestos. De hecho, la mayoría recibe presupuestos en cualquier momento del año para chequear sus partidas de gastos y conseguir mejoras en su beneficio.